Hoy que miro hacia el pasado 
Considero afortunado 
El destino que he elegido 
Para aquellos que El Señor 
Me entregara como ofrenda 
Para cual divina prenda 
Llevara siempre conmigo.
Elegí empezar de ceros 
Dejándolo todo atrás: 
Cambié el hogar y mi cielo, 
Navegué a un nuevo futuro; 
Pasaron años muy duros 
Pero la lucha tenaz 
Recompensó los desvelos.
Los hijos puse primero 
En la escala de valores, 
Y antepuse a las ventajas 
Que el Norte nos ofrecía 
La comunión familiar; 
Crecieron cual bellas flores; 
¡Tengo una familia unida!
¿Los lujos?... 
¡Poco me importan! 
He cumplido mi misión. 
Tengo un modesto rincón 
Y me doy por bien servido, 
También un millón de amigos 
Que me quieren y soportan.