Pavel Gurrola

Una Herida

Pensar, forjar sombras en la soledad

enterrar cuervos

que se comieron unos a otros

y murieron envenenados,

tu presencia es ajena,

extraña a mí como cualquier cosa.

camino mi vida antes de ti,

incendio bosques, gatos, ciudades,

todo arde azul, se derrumba.

En la noche tu silencio provoca eco,

el viento camina cantándote.

Interminable, solo tú renaces,

eres la lluvia de este mundo,

vestida de blancura nocturna,

de ojos profundos

donde aletea la noche cautiva.

¿Qué se puede esperar

de toda una vida sin ti?

Después de ti, solo hay podredumbre,

en ti, el estado perfecto de la materia.

Una promesa me aleja de ti

en un instante se rompe.

Ya te he perdonado…

Fuera de eso

no hay necesidad de entrar,

porque la vida me acaricia

pero la muerte me hace el amor.

Cuando por fin te liberes

de sus garras lárgate a dormir, 

porque la vida es una herida

y la muerte su cicatriz.