Pepe Pnca

34. RELATO

 

 

 

34.

 

 

LA MEDIA COBIJA

 

 

Don Roque era un anciano viudo, su mayor deseo era ver a su hijo Ricardo convertido en un hombre de bien. Esperaba que su hijo, brillante profesional, le ofreciera su apoyo, pero veía pasar los días sin que este le ofreciera su ayuda, pero mantenía comunicación con su nuera, Catalina, a quien consideraba como a una hija, ella le había ofrecido alojamiento en su casa pero no lo había tomado en cuenta. Así que decidió aquella noche pedirle un favor a su hijo lo había resuelto desde hace mucho tiempo debido a sus problemas económicos y que no tenía donde vivir pues en la pensión donde vivía lo sacaron a la calle por falta de pago, debía 5 meses de arriendo. Tocó la puerta de la casa de su hijo quien vivía con su bella esposa Catalina y su hijo de 12 años Julián.

 

-\"¡Hola papá! ¡Qué milagro que vienes por aquí\"-.Dijo Ricardo.

 

-\"No me gusta molestarte, pero me siento solo, estoy cansado y viejo\".Dijo Don Roque.

 

- \"Pues nos da gusto que vengas a visitarnos\"-.Aseguró el hijo, mirando a su esposa.

 

-\"Gracias hijo, ¿no te molesta que me quede a vivir con ustedes?\"-.Dijo el padre.

 

-\"¿Quedarte a vivir aquí?. No se si estarías a gusto, la casa es pequeña\"-.Respondió el hijo.

 

Ricardo se apartó con sorpresa mientras el anciano terminaba de tomar el cafe que le había ofrecido su esposa y en voz baja conversaron de la situación.

 

-\"Ricardo has sido muy desagradecido con tu padre, pareciera que no lo quisieras, mientras el te daba todo cuando podía, ahora tu sin mas te alejas y cuando el necesita de ti lo echas a la calle, no me parece justo\"-. Dijo muy enfadada. 

 

-\"Cariño, lo quiero -dijo mirando a su padre- pero no ves que el apartamento es demasiado pequeño para nuestra familia y ahora con otra persona más nos va a quedar demasiado pequeño\"-. Respondió Ricardo.

 

-\"Eso no importa, Don Roque ha sido como un padre para mi desde que perdí a mis padres en aquel accidente. Ricardo, si tu no lo recibes y lo instalas aquí en su casa yo lo recibo y tu dormirás en la calle a cambio de él\"-. Dijo resuelta Catalina.

 

-\"Amor, esta bien lo vamos a recibir no quiero discutir contigo, tienes razón Cata pero bien sabes que paso todo el tiempo trabajando para poder sostenernos\"-. Le dijo acariciando su rostro.

 

-\"Mil veces te he dicho que por lo menos lo llames, pero tu no lo haces, yo vivo pendiente de él y he sido yo quien le ofreció que se viniera a vivir con nosotros.- Hizo una pausa y luego continúo.- Yo también trabajo Ricardo y estoy pendiente de todo aquí en el apartamento, con Juli y su colegio, con nosotros, hasta con papá Roque; te comenté y te advertí que ayudarás a tu padre pero tu no sacabas tiempo para ir y ayudarlo\"-. Dijo ella muy enfadada.

 

-\"Y yo te pido perdón Cata por mi descuido, he sido muy desconsiderado con todos, en especial con Papá. - Dijo llorando y siguió- ¿Pero dónde podría dormir?\"- Le preguntó a Catalina.

 

-\"Podría dormir con Julián igual, ellos se quieren mucho yo creó que les agradara compartir la habitación juntos\"-.Dijo Catalina.

 

Ricardo volvió a donde estaba su padre y con la cabeza agachada miró a su padre, a su lado su mujer cruzada de brazos los miraba atentamente.

 

-\"Hijo si te causo muchas molestias olvidado, no te preocupes, alguien me tenderá la mano\"-. Con tristeza dijo el padre.

 

-\"No es eso, padre, te pido disculpas por no estar al tanto de todo, pero hablando con Catalina, no se nos ocurre donde podrías dormir\"-. Dijo el hijo de Don Roque.

 

-\"Don Roque se puede quedar con Julián a el le agradará mucho compartir con usted\"-. Le dijo Catalina.

 

-\"No hija, si me quedo prefiero hacerlo en el patio no quiero incomodar a nadie mucho menos a Juliansito\"-. Respondió Don Roque.

 

-\"Pero papá Roque, no incómoda, para nada, además ustedes se quieren mucho\"-. Dijo ella refieriéndose a Julián y Don Roque.

 

-\"Esa es mi condición\"-.Dijo él.

 

-\"Padre, no es necesario eso, no incomodas a nadie\"-. Dijo Ricardo, mientras llamaba a su pequeño de 12 años. El niño había estado atento de la conversación de los adultos aun cuando sus padres le habían dicho que eso no era correcto.

 

-\"Hola abue, ¿cómo estas, te vas a quedar con nosotros? - dijo mirando  a Don Roque y luego a su padre. -Dime papá\"-. Le dijo el niño.

 

-\"Mira hijo, tu abuelo se quedará a vivir con nosotros. Tráele una cobija para que se abrigue en la noche\"-.Le dijo Ricardo a su hijo.

 

-\"Si con gusto, ¿Y donde va a dormir?\"-Preguntó el niño disimuladamente.

 

-\"En el patio, no quiere que nos incomodemos por su culpa\".-Respondió su papá.

 

El pequeño subió por al cobija, tomó unas tijeras y la cortó en dos.

 

-\"Qué haces Julián? ¿Por que cortas la manta de tu abuelo?\"-.Preguntó su padre enfadado.

 

-\"Estaba pensando en guardar la mitad para cuando tu seas viejo y vayas a vivir a mi casa, y duermas en el patio.- Dijo el niño y luego con tristeza en sus ojos, dijo a todos- Papá, abuelo, yo dormiré en el patio, pues, parece que las personas después de cierto tiempo llegan a ser inservibles para sus familias.- Y mirando a Don Roque le dijo- Yo no quiero que tu duermas en el patio es mejor que el gato o el perro lo hagan, pero ni ellos lo hacen porque el gato duerme en el sófa y Box duerme en mi alcoba\"-. Dijo Julián muy triste mientras su madre lo abrazaba.

 

A partir de aquella noche la familia fue muy unida y Ricardo aprendió que nada es más importante que pasar el tiempo con los que ama y que puede ser muy poco el tiempo que tenga para disfrutar de la compañía de su padre.