Quise bogar en la soledad de mis penas 
para buscar una mano amiga que consuela, 
sin ella he seguido el camino de cadenas 
atrapando mi corazón que desespera. 
Sin una mano amiga voy al precipicio... 
solo pido al Señor me alivie este dolor, 
he recurrido a los que me ayudaron al principio 
pero solo quedaron tristes huellas de un adiós. 
Hoy, en la callada noche donde no duermo, 
busco el instante para sanar mis heridas, 
sola seguiré atravesando fronteras y cielos 
para buscar la dicha por lo que me reste de vida.