Viento_de_Levante

Para un inquisidor.

Voy a dirigirme a Usía

con el debido respeto,

para aclararle un concepto;

por si usted no lo sabía.

Por no aceptar mis maneras,

me lanza usted al infierno,

pues rojo, con rabo y cuernos

ya está claro lo que era.

 

Es cierto que dije cosas

tan gruesas como un melón,

mas a la constitución

apelo aquí en esta estrofa,

para defender sin peros

mi derecho de expresión.

Para comprar tal razón,

le juro que no hay dinero.

 

Comprendo que me excedí

en mi vehemente opinión,

pero ya pedí perdón,

si sin querer ofendí.

Mas al ver que usted insiste

y con evidente enojo,

me mete un dedo en el ojo,

por un “digo, que dijiste”.

Yo me permito orientarle,

para que llegue con tino

y buen pulso a su destino,

que es donde voy a mandarle.

 

Siga por la carretera,

y al llegar al tercer pino,

encontrará dos caminos,

tome usted el de la izquierda,

y si no se me demora,

en menos de media hora

llegó usted, justo a la…,

otro queda mas abajo

si no elige el de la izquierda,

y en lugar de irse a la…

se irá directo al carajo

 

Viento de Levante.