Jesús Lantigua

APOCALIPSIS

 

El apocalipsis llega

con su acento de burbuja,

disuelto en las radiaciones

y en la disnea que asusta;

entre los troncos dormidos

sobre la aridez profusa,

trocado en la gelatina

ennegreciendo la pluma,

con su exceso de exterminio

que la barbarie disfruta

y en una angustia viral

asomada a la tortura.