Juan de Dios Jose

MI REPOSO

Yo soy consciente, oh Jesús mío,
de que yo no te amo cual mereces,
de que hasta te amo quizás bien poquito.
También, oh Señor, soy consciente
de que yo en numerosas ocasiones te he fallado,
de que incluso te he ofendido o herido,
con mi proceder, con mis pensamientos, con mis dichos...
Por todo eso juzgo que no alcanzo a ser de tu agrado.
Pero otra cosa sé, oh Cristo misericordioso,
y de ello tengo yo plena seguridad,
Y ES QUE MI CORAZÓN TAN SÓLO EN TU BONDAD
ENCUENTRA SIEMPRE SU VERDADERO REPOSO.