julio de guernica

SONETO

En la mística flor de tu regazo,

he empapado mi labio en tu rocío,

y al surcar el torrente de tu río,

descubrí el paraíso de tu abrazo.

 

Al llegar tu fulgor hasta mi ocaso,

mis nieves se fundieron en tu estío;

los rayos de tu sol se hicieron míos,

y mis huellas se unieron a tus pasos.

 

Escribí con mi sangre como encausto,

versos de amor sobre tu piel dorada;

consagré en el altar de tu mirada,

 

mi corazón abierto en holocausto;

y rindió ante el empuje de mi espada,

su último bastión tu cuerpo exhausto...