jarablanca

UNA TRISTE HISTORIA (VERSOS A LA LUNA)

Mi luna querida

hoy quiero contarte,

una triste historia

la que tú ya sabes:

Eran dos chiquillos

vestidos de arte,

ella, rubio pelo

él, negro azabache,

que bajo tu embrujo

creyeron amarse.

Ella, revoltosa

de inquieto semblante,

sonrisa de estrellas

cercana y distante.

Él, parco en palabras

bastante inconstante,

de gestos sencillos

sereno y galante.

En noches de amor

tú los alumbraste,

mientras se miraban

con ojos de amantes,

y bebían los vientos

por no separarse.

Creyeron entonces

ellos, ser muy grandes,

en cuanto a cariño

para prodigarse,

mas nada en la vida

tiende a eternizarse.

Siempre uno da más

y suele entregarse,

mientras tanto el otro

va sumando instantes,

de desatenciones

y malos modales,

vistiéndolo todo

de un mentir constante.

Ella te miró

te gritó ¿¡qué haces!?

¡haz que él me quiera,

lo mismo que antes!

tú le respondiste

con un gesto amable:

-\"Si el amor se cae

ya no lo levantes,

pues, vivirá siempre

en un triste valle.

Déjalo morir

no seas cobarde\".

De sus bellos ojos

cayeron errantes,

lágrimas de perlas 

por tu luz brillantes,

esa misma luz

conque la abrazaste.