taty merced

y mi barco salía...

Y mi barco salía del puerto La esperanza

y en el timón llevaba su brújula de sueños

y mi barco guerrero solía ganar batallas

con solo los diparos de fusiles naranjas

y recorría océanos de risas y de cantos

y al final un botín de gaviotas danzando.

¿Cómo es que esta tormenta

insopechada y violenta

arranca la bandera destrozando su asta,

y se lleva las velas que en su mástil ataba,

para dejar mi barco tan frágil y perdido

entre aguas extrañas?

 

¿Dónde quedan las rutas en la carta trazadas

si la flor de los vientos ha cambiado su norte?

Las estrellas se ocultan, y la luna se apaga

y el astro que despierta en cada madrugada

condena con su fuego la existencia fortuita,

el silencio corroe la ilusión que aún palpita

y el sueño que se acaba.

 

Este barco guerrero perderá esta batalla

aunque lance bengalas de gardenias y rosas

y el perfume se extienda a una orilla lejana

y se pierda en la arena dónde muere la ola.