alejandro guardiola

MURIÓ EN MIS BRAZOS

Venía por la calle con un niño entre los brazos

casi cayéndose, al límite de todas sus fuerzas

poco a poco el niño se escapaba de sus manos

pedía socorro a gritos, más nadie la escuchaba

 

Llegué justo a tiempo para sujetar al niño

más no pude impedir que al suelo rodara

me miró con su rostro impregnado en llanto

rogándome que a su hijo para siempre cuidara

 

 

Dejando al niño en el suelo la cogí en mis brazos

prometiéndole que al niño nunca lo abandonaría

ella me dedicó una sonrisa, me dió un abrazo

con un último suspiro entre mis brazos moría

 

Esperé a la ambulancia que a la madre recogía

y subiéndome a ella a la madre acompañaba

entonces me dí cuenta que el niño una carta traía

al leerla recordé a la mujer que un día abandonara

 

Solo fue una noche la que estuvo entre mis brazos

mientras para mi fue una aventura normal, corriente

para ella fuí el hombre de su vida en el cual quedó preso

su corazón bueno y sencillo, de bella mujer ardiente

 

Era mi hijo el niño que tenía entre mis brazos

aquella mujer con su vida mis errores pagaba

aunque estaba muerta le di un fuerte abrazo

rezando por ella a Dios, para que me perdonara

 

Nunca hubo en el pueblo una tumba más bella

ya nunca me casé pagando en penitencia

el daño que un día hice a la mujer aquella

ese fue mi castigo, yo me dicté la sentencia