Edwin Antonio Gaona Salinas

No queda esperanza

 

Próvido de amor

tengo a tu alma,

con figuras sueltas,

con detalles llenos

llamándote desde la nube,

desde el cielo que no tengo,

como no lo veo al amor

que me hace romper el límite

por tenerte.

 

Juntando chispas glaciales

vivo en tu larga lluvia,

ilusionando con las rosas mías,

tejiendo sedas en tu memoria

y nada que apunte hacia mi

ni siquiera en tu imaginario,

soy yo, el de tu añoro

ni el de las rosas.  

 

Invento palabras lilas,

del inspiro de tu cintura

y son raudales de versos

componiendo virginal tortura.

He obtenido jarabes de besos

volando desde la flor del colibrí hasta la caña,  

y realmente son labios amargos,

añejos y lejanos.