Hundiéndose en tu yelmo
una cara conocida,
un adiós perfecto,
como los dientes de la bestia
Tomando tu mano
un calor familiar,
un camino recto,
como los dientes de la bestia
Fuego... si aún estas ahí,
quema mis venas en honor
a los dientes de la bestia,
y que despierte en la hierba
sin cicatriz alguna,
que me regale su luz
nuestra luna.
Rompiendo tu armadura
buscando la salida,
un dolor concreto,
así es como nacen los dientes de la bestia
Encontrándote de nuevo
en otra persona,
un calor perfecto,
así es como te devoran los dientes de la bestia.