liborio cantillo

XLV

Que triste soledad... No siento el alma...
!Aunque no sé si tenga alma!
Solo siento un vacío que me invade

y que se infiltra por mis venas,
dejando a la razón y al pensamiento

divagando entre añoranzas y tristezas.


Es difícil seguir aparentando

que todo en nuestras vidas es perfecto,
Cuando ya del amor no queda nada,
Ya no hay besos, caricias…ni un te quiero...
Solo frases vacías que se escapan y se pierden,
como arenas llevadas por el viento.


Nos sentímos prisioneros...
nos cruzamos las miradas ya sin vernos...
Me pregunto, ¿ En que momento se acabo

la pasión que tanto tiempo nos
llenaba de amor y sentimiento?
En que instante dejamos de querernos...
convirtiendo este mundo en un infierno
que consume día a día nuestros cuerpos.


Nos llenamos de dudas y de miedos

que clavaron sus espinas traicioneras
traspasando el corazón con sus recelos,
acabando con tus sueños y mis sueños.

 

Andamos cada cual con nuestras vidas
rumiando solamente los recuerdos,
Que galopan como potros desbocados,
Dejando en su estampida solo ruinas
de ese ayer que se fue sin merecerlo,
Quedando esparcido solo en polvo

de quimeras, tristezas, y lamentos.


Seguiremos vagando a la deriva

 y que el tiempo nos siga confundiendo,
Pensando que quizás hubo un instante
En que hubiéramos cambiando por completo…
!Ese instante en que el
Orgullo era el que hablaba

y teníamos que dejarlo por el suelo!