liborio cantillo

LXIV

 

Pobre alma mia, no te consuela nada,

Tus sueños se esfumaron llevando la ilusión,

Quedaron en el aire, volando en desbandada

Quedando cual arenas al paso de un ciclón.

 

Llevaron en su huida las flores de tu amor

Dejándola perdida sin rumbo y sin razón,

Borrando tu sonrisa y partiendo el corazón.

 

Pobre alma mía, si pudieras borrar esta obsesión

Forjando otra esperanza que apague tu clamor…

Mas sé que es imposible…está en tu inspiración,

 

Impresa y aferrada vibrando en tu interior,

Como la sangre al cuerpo

 en rimas transformando tu pena y tu  dolor.