Raul Gonzaga

El ocaso sera nuevo amanecer

El adiós es doloroso pues conlleva sufrimiento,
Un muy profundo lamento a veces muy angustioso;
Es grave melancolía, involuntario llorar,
Un afán de continuar, de volver a la alegría;
Sin embargo no se puede, aunque se escape el respiro,
Dejamos sólo un suspiro y que en lo dicho se quede;
Cada quien por su camino, en pos de nueva aventura,
Laberinto de locura, en campo lleno de espino;
Cuando el adiós se decide ya se ha intentado cambiar,
Si no se pudo pactar, con lo que el amor les pide
No queda otro sendero, sólo se queda el dolor
Que provoca el desamor sobre lo que fue sincero;
Se pinta todo nublado, se esfuma el colorido,
Se acerca lento el olvido, se desvanece lo amado;
Es como un oscuro ocaso donde se acaba la luz
Un muy grueso tragaluz que a lo claro no da paso;
Como el invierno, es un fin, una época de frío,
Cuando aquello que era mío se nos perdió en el confín;
El muy solo ya quedarse, los recuerdos evadiendo,
En el corazón sintiendo nuestro mundo desplomarse;
Pero debemos seguir, confiar en ese mañana,
La primavera temprana te tendrá que revivir;
El amor nunca se agota, siempre encuentra otra razón,
Muy dentro del corazón la gran esperanza flota;
No hay finales totales, la muerte es comenzar,
Un campo nuevo sembrar con brillantes ideales;
De las cenizas renace un nuevo y brillante sol
De ese color arrebol otra nueva vida nace;
Abre todos tus sentidos y camina con gran fe
Que el Creador a ti te dé los lugares prometidos
Un amor universal es total felicidad:
Cuando encuentres su verdad te volverás inmortal…