ANA MARIA DI BERT

Vivir sin juegos…

Vivir sin juegos…

Quiero irme por el viento,
volar entre los montes y los ríos,
y cruzar por los mares congelados,
aunque el frío  me pueda
y las amapolas en tu cuerpo
no sean más que sangre,
sangre maldita de una guerra,
que te asesina.

Porque me duele tu niñez con hambre de guerra,
me desgarra la muerte que los quiere,
que aparece con mueca de esqueleto,
y con burlas se los lleva.

Son matices difíciles que logran,
los que pintan las tierras en que sufres,
porque saben del llanto que desgranan,
por la sangre que derraman sin sentido.

Llora ángel al desnudo,
y pide vestidos de cordura,
que tu aliento apagado sea ahora...
¡La culpa de aquellos que te quitan la vida!

Las hadas y los duendes
que nunca te contaron en historias,  
desean regalarte, chupaletas de besos;
con moños en juguetes, que tuviste
pero que ahora... 
Ahora ya nunca.  
Eres niño angelado,
chico bueno…
¡Tan pequeño!
Y muy desabrigado de caricias y ternuras
de abrazos y sonrisas...
Pero no de los que te han querido tanto,
sino de los que tu muerte por codicias están planificando...
¿Qué culpas hoy admiten, aquellos  entes grises
que permitieron, que permiten tu muerte,
tu vivir sin juegos?

Ana María Di Bert

Quiero unirme con este poema que escribí hace tiempo al grito por los niños que están matando en el mundo y no pueden ser eso, niños que deberían jugar y no morir en guerras sin sentido.