alejandro guardiola

DEL VIEJO MAR EN CALMA

Del viejo mar en calma las ondas rumorosas

se deslizan por la playa con caricias sinuosas

la noche viene cargada con  colinas de sombras

aún se oye a lo lejos el trino de alguna alondra

 

El barco suavemente se inclina y se estremece

movido por las olas que por momentos se crecen

la lluvia cae sobre el mar tranquilo,  indiferente

las ramas de los árboles por el viento se mecen

 

De la luna naciente nos llegan sus rayos de plata

adornando el mar con suaves luces transparentes

chopos en el camino blanco, álamos en la ribera

el viento que pasa silbándo por en medio de las flores

 

La tempestad se ávecina y cuando el rayo fúlgura

el pájaro tiende a esconderse temiendo la tormenta

mientras el arroyuelo a lo lejos más acallado murmura

y el fiero aullido de un lobo atraviesa la montaña