Yorch

Cercana

 

Cercana te siento,
ya oigo tus pasos.
Son mis lágrimas tu alimento,
son tus victorias mis fracasos.
¿Acaso hice algo malo
en querer ser amado?
De haber sabido que sus besos
hoy me sabrían amargos,
preferiría haber sido preso
donde no existen halagos,
pues todo lo dicho caló
y doloroso hoy se nota
como aguardiente, puro alcohol,
el fantasma de su boca.