LIZ ABRIL

HISTORIA

Erguido tu recuerdo, como un soldado fiel, 
con la sonrisa intacta, las manos extendidas...
como brazas candentes que me incendian la piel
y derriten el hielo de tantas despedidas.



Lo implacable del tiempo no pudo ejecutar
aquel mandato mudo que el alma le impartió...
¡Amores como el mío no se pueden borrar!
¡Como se borra el trazo que un lápiz dibujó!



Recorro con el alma escenas del pasado
y una caricia tenue recorre todo el cuerpo,
desentierro los sueños que estaban sepultados
y los echo a volar... en medio del desierto.



El vuelo de un gorrión distrae la mirada...
los ojos antes fijos se posan en sus alas,
de golpe se me empapa con la verdad el alma:
tu desamor dejó mis alas cercenadas.



Pero lo acepto al fin, pues todo es valedero,
todo ha debido ser tal cual como ahora es,
una sonrisa asoma al pensar que te quiero
y que un lejano día me llegaste a querer.



Rescato del pretérito escondida en los restos
la cándida ilusión que llegó a florecer
con cada beso tuyo o con tus dulces gestos
o con cada caricia que me hizo estremecer.


Entonces yo le guiño un ojo a tu recuerdo,
él levanta la mano y da la media vuelta,
pienso que así está bien... mientras mis labios muerdo
y tu sonrisa queda perdida entre la niebla.



Y en un lejano día cuando otra vez el tiempo
se empeñe en intentar viajar hacia el pasado,
habré de contemplar con  ojos bien abiertos,
el umbral de la vida y ese recuerdo amado.



Entonces yo también me doy la media vuelta
y una vieja canción se viene a mi memoria
la canto y con un golpe se ha cerrado la puerta...
\"Así todo en la vida se convierte en historia\"