Leonardo Demian

Tengo en mis manos

Tengo en mis manos un vacío, lleno de lo que he entregado siempre a medias.

Es un latido congelado, en espera de un golpe o una llamarada que le permita terminar de latir.

Es la voz en grito ahogado profundamente en el silencio del aire, apenas susurrando un nombre equivocado.

Es una mirada al cielo, un rezo al mar lejano, una flor que flota sobre las aguas de un río salvaje.

Es mi última carta que nunca será leída, mis últimas letras que se pierden en un fondo azul insensato.

Es una mirada que se gira dejando de verme o, quizá, otra que viene hacia mí, pero está perdida.

Es tiempo que corre y se escurre de mis manos, pero se aloja todo en mí, gota a gota llena lo que se ha ido, sin desalojarlo del todo, a veces, recordándomelo a cada instante.

Es lo que no será para siempre, pero siempre es a medias.