juan sarmiento buelvas

NO ME SOBRARÁ UN MINUTO PARA AGRADECERTE.

Bendito Tú entre los hombres.

Gracias por elegirnos, ¡Tus hijos!

Cumpliste a cabalidad tu misión.

Hoy… ya no estas,

pero sigues indeleble en nuestros corazones.

Nos diste una lección que nunca olvidamos,

nos enseñaste lo que es la honestidad,

nos enseñaste que para un Padre,

“lo más amado  son sus hijos”

Nos enseñaste a ser ejemplo para tus nietos.

Trabajaste hasta que se te ocultó el sol

para darnos felicidad,

lo entregaste todo

a cambio de nuestro bienestar.

¿Cuántas veces aplazaste las ganas de estrenar un vestido?

por vernos elegantes.

¿Cuantas veces rechazaste una invitación al bar?

para que el salario llegara completo al hogar.

Trabajaste de sol a sol

para que nada nos faltara.

Pero… La vida es muy dura,

Envejeciste,

y un día te marchaste

como si no quisieras ser una carga obligada para tus hijos.

Tú, que nos diste todo sin esperar recompensas,

Tu que nos diste todo a cambio de nada,

hoy sigues en nuestros corazones

y continuaras ahí

hasta que nos volvamos a reunir de nuevo.

No es necesario un “Día del Padre”

para recordar que para nosotros y nuestra madre

lo diste todo.

GRACIAS.  “PADRE”