Las estrellas se caerán del infinito firmamento
y la noche sobre el día por siempre velará; 
pero hasta la muerte, y con mi último aliento
entre las tinieblas, mi voz por tu alma clamará.
Los mares se secarán, y los pájaros ya no volarán
los justos a las manos de los impíos se rendirán; 
pero aunque ciego y hasta en mi final momento
mis frágiles pinceles tu rostro en el vacío pintarán.
Como un débil cristal la tierra se despedazará, 
relámpagos y truenos; y furia proveniente del cielo.
Pero cuando la paloma prenda nuevamente el vuelo, 
el viento entre los silenciosos escombros ambulará;
y todavía ardiendo - la eterna llama de tu amor encontrará.
Marco \'14