Poeta sin alma

Anhelos

Te necesito aquí, 
hoy que estoy pensándote.
Ven, déjame verte, 
déjame reconocerte, 
déjame aspirar al poseerte 
y tenerte para mí. 
Aunque sea nuestro secreto, 
solo nuestro secreto.
Quiero sentirte en mi piel 
y fundirme entre tus brazos, 
quiero sentir tus dulces caricias 
y tus manos suaves 
recorrer mi cuerpo de norte a sur.
Bésame, 
dame la humedad de tu lengua, 
de tus labios y has que tu saliva 
se confunda con la mía 
creando el sabor del temperamento.
Regálame la dulce sensación 
de tus manos y has que te pida más cada vez 
y que nunca quede satisfecho ni saciado de ti.
Tócame, y mírame a los ojos 
mientras siento como tus besos hábiles 
exploran mis labios tan íntimos y húmedos.

¡Sigue aquí, no te vayas por favor! 
Explora y siente conmigo 
averigua que más encuentras, 
mientras observas la pasión 
que desencadenan tus travesuras en mi rostro. 
Sonríeme, búrlate de mi gozo, 
de mi placer y de la satisfacción 
que me haces sentir con cada movimiento.
Ya te siento cada vez mas cerca, 
parece que eres mi dueña 
y que manejas mis sensaciones 
y sentimientos a tu antojo.
Aprovéchate, no dejes pasar 
la oportunidad de poseerme, 
de dejarme sin aliento 
de hacer tuyo cada centímetro de mi cuerpo.
Cómeme, succiona todo lo que te gusta, 
devórame cual si fueras una niña, 
¿Te gusta? Pues a mí más.
Penetrarte, invadirte; 
conocer tu mundo de pasión 
por medio de mi miembro viril, 
entrando y saliendo de tí, 
robándote los suspiros 
y el poco aire que te sobra. 
Y quédate aquí para siempre 
dentro de mí, no salgas nunca. 
Róbame, róbame del mundo natural 
y llévame al trance de lo desconocido, 
a lo perplejo, al sentimiento máximo, 
a donde mueres por un segundo 
y regresas a la vida sin darte cuenta.
Abrázame, consuela mis ansias 
y calma mi respiración, 
dame tranquilidad 
y hazme dormir con un beso.
Después despiértame y bésame, 
en todos los lugares donde dejaste huella, 
posteriormente aliméntame 
y repite todo paso a paso 
nuevamente sin parar, 
hasta que envejezca 
y muera en tus brazos.
Entiérrame y despídete de mí. 
No olvides antes poner una flor 
entre mis manos sin vida, 
ya que esta me inyectará tu esencia, 
tu calor, tu respiración, todo lo mejor de ti, 
lo cual me hará vibrar aún muerto 
y enamorado.