GuillermoO

Gato

 

Emiliano,

ovillado bajo mi abrazo,

como si fuera un gato,

duerme.

De pronto una cucaracha surca su espalda.

Pero no es una cucaracha;

son mis dedos que lo acarician.

Emiliano sueña.

Ese sueño opresor: va a dejarme, me lo ha dicho.

Nunca más tendré un gato al cual acariciar.

En la dura noche espero un maullido que nunca llega.

 

Marzo es el mes más oscuro,

pienso.

 

G.C.

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