LUCIO ROBERTO RAMÍREZ GONZÁLEZ

MI AMADA SOLEDAD

Caminamos amorosos,

mi soledad y yo,

tomados de la mano,

mejor dicho, ella me lleva,

carga mis penas, en una talega,

mis lágrimas, en un odre,

coloca sobre sus hombros,

mis pesadas desilusiones.

 

Susurra quedo, a mi oído,

los más bellos poemas,

finos cantos del alma,

libros de sabiduría,

inspírome maravillosos cuadros,

cuentos inimaginables,

el puro sentir del amor,

y la infinita paz del ser.

 

En tanto que ando con ella,

dejo la humanidad,

varias veces olvido,

algunas veces me acuerdo,

olvido que marcho con un corazón,

que latirá mientras viva,

y mientras ando con ella,

tan sólo soy un espíritu.

 

Con ella, el tiempo no pasa,

sólo queda prendido,

el presente interminable,

en un hoy que es infinito,

aquel aquí con aroma de cielo,

varias veces olvido,

algunas veces me acuerdo,

existe maldad en el mundo.

 

Con mi soledad a mano,

mi pluma, ni mi lienzo,

ni mis letras, o mi canto,

pueden describir la total belleza,

tanta paz y tanto amor,

tanta cordura, cielo,

armonía, sinfonía,

violines y montañas verdes.

 

Si se va mi soledad,

deja talega, mi odre,

todas mis desilusiones,

es cuando siento que late,

esta vida, con este mi corazón,

y con está el alma mía,

varias veces olvido

algunas veces ......me acuerdo.