Alidafre

SOÑÉ QUE ME OLVIDABAS

SOÑÉ QUE ME OLVIDABAS

Fue una noche pretenciosa de deseos y ganas

cuando soñé que volvía a tu lado,

pero al verme te diste la vuelta,

ideando una sonrisa sarcástica,

deseando aplastar mis sentimientos,

y yo, hermosa y frágil, solo modelaba para ti.

 

Modelé un vestido satinado y de color púrpura,

pretendiendo atraer tu atención,

recitándote mil poemas que llegaran a tu corazón,

llenándolo de ternura y pasión,

pero tu desprecio afloró…

malogrando todas mis esperanzas,

al mirarme descubrí mi piel macilenta y arrugada,

comprendiendo que lo allí vivido

se robó la tersura de mi rostro y apagado mi ser.

 

Al levantar mi vista para verte sonreír

te habías marchado,

dejándome en la tiniebla,

caminando entre las aguas embravecidas,

tu ironía e ignorancia me dejaban errante y entristecida

llena de grandes desaciertos,

ilusiones rotas que se esfumaron.

 

Hundida en aquellos océanos que corrían sin parar

y de forma desmedida,

de pronto me vi….

tirada en la arena, fría y húmeda,

trémula y asustada,

mis ojos derramaban lágrimas nostálgicas,

mientras miraba el espumoso mar,

mi vista se perdía en la lejanía

de aquel pavoroso y silencioso lugar.

 

 

Me sentí destituida,

encerrada en una mazmorra

y sin esperanzas ni deseos de volar,

todo lo que me había prometido a mí misma

sentía que se quedaba en el mar,

penetraba en el mausoleo sin ti,

lejana y aturdida,

lugar donde mi espíritu no descansaba,

afloró el fracaso y el desarraigo de un vulnerado deseo fugaz,

que se quedó en el abismo arrullador

de aquel sueño incómodo y desolador.

 

Al despertar…

sentí vibrar mi cuerpo a la velocidad

y con las fuerzas de un ciclón,

redescubriendo que aquí estaba.

Del registro de la propiedad intelectual.

Autora Toñi Martínez Estévez.

ESPAÑA

Del libro Romance de plenilunio