Es una sonata la que inspira la noche que nos acobija,
dulce sonido que brota de tu dulce voz,
encantada es la melodía que pone en marcha
la multitud de sentimientos por ti,
el encuentro entre la piel y la vista,
es lo que susurran las melodías que el aire abruma,
es esa esencia que brota de las caricias dadas,
marcadas, impregnadas que en tu amor floreciente,
eres tú la neblina que hiela nuestras espaldas
y recorre como la energía el mas diminuto bello,
quien ocupa el silencio de mi mente
con los movimientos de los tonos que marcan tu figura,
será esta mirada la que fraque ante tu dulce deseo,
la que te arrebate con caricias unos besos,
y en mi pecho recuerda dulce tranquilidad.