Con odio, se siente el recuerdo.
De la ignorancia, de un falso deseo.
Saber lo que uno quiere es difícil.
Saber lo que uno no quiere, mas.
El conocimiento, absoluto.
La decisión, sin dudas.
El deseo, con cordura.
Imaginarlo, parece, por un momento, una forma de poder proclamarse Perfecto.
Sin embargo,
¿Cual seria el sentido?
¿cual seria la emoción?
¿la diversión?
¿Acaso hay algo bueno que sea fácil de alcanzar?
¿sera posible adorar lo bello sin haberse arrastrado por lo inmundo?
Es el sufrimiento,
las heridas,
las malas decisiones,
la corrupción,
lo nauseabundo,
lo indecible...
lo que convierte en perfección
a la belleza.