Nancy Ruiz Lee

Háblame

Háblame…

Háblame una vez más

en el tibio atardecer…

háblame de los celajes

que empiezan a fenecer.

háblame de las estrellas

en el cielo vespertino,

y susurra en mi oído

un “te quiero” encendido.

 

 

Háblame…

Háblame de lo que quieras.

Cuéntame ¿cómo te ha ido?

quéjate de tus afanes,

de tus problemas ríe conmigo.

Recuerda que el tiempo es corto…

que la vida dura un suspiro

¡No has de perder un latido

sin que palpites conmigo!

 

 

Háblame,

¡Háblame abiertamente!

¿Qué piensas de lo que te digo?

¡Cambiará el mundo

si converso contigo!

Convierte en risa mi llanto,

y da a mis sueños sentido.

¡Me mostrarás horizontes

tras cada monte ascendido!

 

Háblame…

que yo, con amor en mis ojos

te escucharé.

¡Déjame beber en tu mirada

lo que aún no me cuentas!

¡Déjame intuir en silencio

que tu amor es inmenso!

¡Déjame contemplarte!

Ven a descubrir

Que este amor es lo único cierto.

 

 

¡Háblame!

Que yo, en tu voz absorta,

te sentiré vivo,

como cada crepúsculo

cuando hablo contigo,

y, casi, casi en secreto,

susurraré en tu oído,

quedo, muy quedo,

un “te quiero” encendido.