Marco Antonio (El Gringo)

Roma

me duermo trazando tu distante rostro con las estrellas de la noche
noche de color negro como tu cabello ondulado que acaricia mi cara
como una dulce brisa escondida en la bruma que me trae tu perfume
al perderme en tu sonrisa y quedar hipnotizado por tus ojos de color castaño

 

sueño con tus labios de fuego que nunca he besado
y de tu lengua roja que con la sedienta mía has entrelazado
lengua que brota ardiente de tu vientre tus deseos de mujer
y de tu seductora boca, la cual añoro que pronuncie mi nombre

 

es tu cuerpo el altar donde con libre albedrío sacrificaría mi ser
y por tu amor - hasta mi alma, por ser tan solo hoy - tu hombre
y como colibrí que vuela hechizado hacia su flor de miel
sembrar en tu fértil tierra y sentirte toda la noche piel a piel

 

pero este dolor ha sido envenenado por los dioses del tiempo
quienes nos negaron la misericordia al interponer este puente eterno entre nosotros
pero este amor ha sido desafiado por los dioses del mar
quienes secuestraron la esperanza al verter este océano infinito que nos parte en dos

 

y cuyas olas me arrojan contra las rocas que se ríen al verme sufrir
exigiéndome con cada latigazo que me arrepienta y elija mi abismo
entre quebrar una promesa consagrada, o traicionarme a mí mismo
entre beber de mi jarra de vinagre y agonizar, o de tu copa de vino y morir

 

      gitanas almas fuese así que en aquel día de verano en país lejano se cruzaron
      ilusión mía que nació cuando nuestras miradas brevemente se encontraron
      una noche quisiera confesarte el secreto que desde entonces oculto en mi rincón
      susurrar en tu oído cuando estés enamorada de mí y en mis brazos entregada
      jurarte con cada latido de mi corazón: ti amo, ti amo, ti amerò per sempre

 

 

Marco \'12

 

Foto: El Coliseo Romano; Roma, Italia - julio 2013

 

Dedicado a una Musa quien me inspiró a escribir de nuevo; su nombre duerme inocentemente entre las líneas de este poema, para ser descubierto por ojos perspicaces.

 

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mientras sentirse puedan en un beso
dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡Habrá poesía!

 

 

From Rima IV, by Gustavo Adolfo Bécquer; it was he, who when I was a teenager would inspire me to write. And so I wrote... until one day I wrote no more, and I would dream no more, and I would feel no more, and I would live no more - and made myself busy making a living as I endeavored to traverse life\'s mundane roads. And while a thousand roads lead men forever to Rome, out of Romulus and Remus, and in the dawning of Pollux and Castor begotten, would emerge the most unlikely and unexpected of muses - when in a fleeting moment during the Dragon\'s watch, in the far-away land of the Lion and the Mermaid, a chance encounter would blind me with her radiance and enchant me with her fragrance. Merely an acquaintance; alas, evermore so platonic, and the impossibility of it all - it cannot and will not be! So she must never know how I feel - but the world will. For I saw the Beauty of the world reflected in her eyes, and the sound of her name is Joy to the angels in the skies. And so the Tiger within me was tamed at last; and then I wrote again...

 

 

 

by Marco Antonio Solano Schulten: Roma, dedicated to G. Digioia; wishing you the best life has to offer.