Carlos Alba

Herida

 

 La melodía herida,

con la tierra entre sus pies.

 

 Bajo los sauces negros

su llanto agujereado

por las llamas del cielo;

Los señores del viento

atábanle en su frente

diademas de cobrizo.

 

 La melodía herida,

la voz que se marchita.

 

 La dama desvestida,

la sombra de otra sombra,

la sangre embravecida.

 

 Dos larvas renacieron

al sol atormentadas;

una era amor y olvido,

la otra, madrugada.