Cuando cierro mis ojos te veo ante mí,
extraña manera de mirarte sin mirar,
es mi manera de sentirte, yo soy así,
muy poco me importa si no eres tangible,
eres un sueño y tal vez, uno imposible,
pero eso no hace que yo deje de soñar.
Al cerrar mis ojos, los del alma se abren
y ya hasta con más claridad logro verte
y dejo que los destellos de tus ojos labren
un camino dentro de mí para guardarte,
comienza mi labor de cada noche, amarte
y darle mil gracias a la vida por tenerte.
No importa si no estás, juro que te veo,
mis ojos cerrados en verdad abiertos,
me atrapa la nostalgia y mucho te deseo
y sin abrir mis ojos, con pasión te llamo,
¿sabes? Es que esos sueños donde te amo
son aquéllos que sólo soñamos despiertos.
Cierro mis ojos pero sin oscuridad en ellos
pues es tu imagen que desde el alma brilla,
veo los tuyos muy cerca, como nunca bellos,
puedes preguntarme ¿esto cómo se llama?,
yo sólo sé que es algo que siente quien ama
y yo te estoy amando como a nadie, chiquilla.
Así, a ojos cerrados, como si al abrirlos pecara,
pues con los ojos del alma te veo mucho mejor,
la mía puede ser una manera un poco rara…
pero es un sentir auténtico sin ninguna duda,
ya lo ves, logro imaginar que estás desnuda
y yo, tu poeta, hoy quiero vestirte de amor.
Cada segundo de amor que te doy regresa,
eres regalo que en mis adentros te envuelves…
la razón de mi alegría, la causa de mi tristeza,
con mis ojos abiertos te vi alejarte alguna vez
y ahora estoy aquí pensando y ya me ves…
cerrando mis ojos por si acaso no vuelves.
Poema original de Álvaro Márquez
Nacido en Caracas, Venezuela
Todos los derechos reservados
Publicado el 30/5/2015
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