Fue una tarde tan sombría cuando nos dijimos adiós, y todo estaba tan tranquilo, menos mi corazón. Que tristeza tan grande tener que despedirnos y al saber que ya no podré verte, me matara lentamente el fuego de tu amor.
Y pasare a ser un desconocido entre tus sueños y no te acordaras ni siquiera de mi nombre, y ya no podré tocarte suavemente sin hacerte daño, y ya no podrán mis besos decirte lo mucho que te amo.
Si, es cierto, me convertiré en un desconocido ante el deseo de tus ojos y ya no podré contarte mi pasión hacia ti, y no se encantaran tus oídos cuando me oigan recitar esta pena que a desdenes me mata por no saberte amar.
Que dolor tan profundo siente mi corazón por que soy un desconocido que no conoce el amor, perdóname si con lagrimas te aflijo pero es que es tanto mi dolor, que ya he deshojado tantas rosas rasgando tu corazón.
Y por ser un extraño ante el camino de tu vida, te saludare de lejos sin pena ni alegría y acercándome un poco a tu amor tan lejano, Hare que mi rostro tenga un gesto de amor y al mirarte a los ojos decirte: ese desconocido que tanto extrañas soy yo.