Donaciano Bueno

La tierra es de quien la trabaja

La tierra es del que la trabaja con el sudor de su frente,

al que agradece y consiente cuando la sed le rebaja;

la tierra no se relaja ya esté triste o sonriente

siguiéndole la corriente si el que trabaja la abraza.

 

La tierra es muy consecuente y al final les da sus frutos

brindando sus atributos al disfrute de la gente;

se derrama complaciente y al sol le ofrece tributos

y en sus surcos tan enjutos es amable y complaciente.

 

Incansable el labrador que abrigándose en un sueño

va imaginando que es dueño, de lo que labra señor;

es como aquel bebedor que embriagando va su empeño

y en su inocencia risueño va repartiendo su amor.

 

La tierra es humilde y noble, con su aspecto ocre parduzco,

la colora de un pedrusco y la firmeza de un roble

que te ha de compensar doble si con ella no eres brusco,

la firmeza de un etrusco y del tambor el redoble.

 

©donaciano bueno