EL JARDÍN DEL TIEMPO
En el tránsito
 el ojo pregunta a la memoria.
 Un suspiro de atmósferas
 parece trabajar una respuesta. 
Los tulipanes florecen 
 entre los harapos arcaicos
 de banderas ígneas.
Una infinita dialéctica guerrera 
 entre dardos y flechas contenidas
 parece rebuznar solitaria
 en las ausencias del onagro fundamentalista.
Me sorprende el repentino jardín
 del palacio ausente, 
 ahí está como todos los días
 y su visión permanece,
 por los siglos de los siglos.
E.D.A