Gustavo Echegaray

LA SENDA DE TUS PASOS

Con tu carga de silencios,
cual preludio de ilusiones,
te apareces primorosa
por el sendero angosto,
que, mudo y sin protesta,
acoge tus leves pasos,
serenos y cadenciosos.

Pareciera que tus plantas
no rozaran nunca el suelo,
y que, sin óbices y en vilo,
te llevaran sin destino,
un millón de pensamientos.

Enigmáticas ausencias
aureolan tus ojos negros,
mientras mis hondos anhelos
se hunden, sin  remedio,
en el mar de tu recuerdo.

Te imagino en las llanuras,
revestida, luminosa,
de una luz que dora el alma,
plateada luna dormida
sobre dunas de mis sombras.

Con tu carga de silencios,
como anuncio de otros cielos,
ya regresas sin premura.
Y el sendero, fiel testigo,
cobijo de mis tristezas,
se enternece con tus pasos,
serenos y cadenciosos.