liborio cantillo

XCIX

Querido amigo, recibiste los aplausos.
Pero todos te lloraban.
Anduvieron desde niños, por las calles 
Se paseaban descubriendo los tesoros
Que en el suelo se encontraban,
Un carrito sin sus ruedas, un muñeco
Que miraba solamente con un ojo 
Sus caritas asustadas.

Sus sonoras griterías atronaban la barriada,
Con sus cuerpos sudorosos, su cabello despeinado,
Regresaban a sus casas cuando el sol ya se ocultaba.

Fueron pasando los años, con los libros a su espalda
Del colegio regresaban, sus alegres carcajadas por
Doquiera se escuchaban y era tanta la alegría 
Que su presencia dejaba, que hasta el perro 
Con ladridos su llegada festejaba.

En las puertas de sus cuartos monstruos dantescos 
Guardaban, como queriendo decir nunca invadas mi morada.
Mas cuando alguien penetraba de las paredes colgaban
Solo afiches de los grupos que en la tele les cantaban
Con sus voces estridentes lo que su alma reflejaba.

El tiempo siguió su curso, fueron corriendo los años,
Los amigos se alejaron a cumplir con su destino
Con sus sueños y añoranzas.
Pero de pronto notaste que su rostro se tornaba 
Taciturno y pensativo, sus sonrisas ya no estaban
Y escuchabas las canciones que de su cuarto llegaban
Melancólicas y tristes cual la lluvia en la mañana.

Es la edad cuando el amor ha llegado y no sabes 
lo que sientes, si  es dolor o es alegría,

solo sientes que en tu pecho un volcán se ha desatado,

y no ves sino su rostro y sus ojos adorados,
sus palabras son canciones que te recuerdan el día

que le diste el primer beso,

 y que en tu boca ha quedado

como el sabor de la fruta

mas sabrosa que has probado.

 

Como andabas de orgulloso,

presuroso y bien peinado
Salías a cumplir la cita

que en la esquina habías quedado
Con la niña de tus sueños

que te tenía hipnotizado.


Empezabas a vivir y el destino te mostraba 
Que ha pesar de haber tropiezos con valor los superabas,
Y al final de tu camino solo triunfos te esperaban.

 

Tus amigos hoy te lloran, pues tus sueños han quedado,
Esparcidos en la niebla de otro mundo ya olvidado.
Pero en su corazón estarás siempre presente a su lado,
Con la sonrisa radiante que tu rostro iluminaba
Contagiando de alegría a los seres que te amaban.