JAS el poeta nocturno

Lugubres y aciagos momentos

 

 

Es otra noche

y las tinieblas penetran

las sábanas heladas,

dejo el rayo de luna

henchir las penumbras

de la soledad que congela,

de la ansiedad que no llega.

 

La notas marciales

no socallan las penas,

ya son entonces,

trinos de espesas querellas,

ritmos de trovas ajenas,

lúgubre y espesa sombra

adiós pesado del infierno.

 

Retratando su alma

en el muro opaco de

la mía misma, sin acuarelas,

con la angustia y un trago

en su despedida, de la profusa noche,

de la soledad que congela,

de la ansiedad que no llega.