KRYJAD

INCIPIENTE DÍA HASTA LA INCIPIENTE NOCHE.

La palabra madrugadora del viento

surca sin sonido al umbral de la mañana.

Postal incipiente de bella aurora

cuadro solemne de la madre naturaleza.

 

Tímida la luna ya escondida.

A escenario un rey bostezando su encanto

ilumina a lo lejos a nuestro cimiento

con filiformes dardos blondos tibios.

 

En apogeo el astro magno,

esclarece a todos con su quemante carisma

pasa horas observando

suspendido centinela de corona de rayos.

 

En ocasiones el cielo corre su cortina

agrupa a nubes como enjambre de abejas

acude al auxilio el viento que gira,

mas el del otro lado toma una siesta.

 

Esparcida la multitud en marcha que anublaba

deja entrever al ocaso escapando

teme a la oscuridad que se avecina

comandada por una luciérnaga blanquecina.