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A MIS NIETAS

Y luego, la misma vida

Te va poniendo las trabas

A cosas que disfrutabas:

La comida, la bebida.

Luego te son prohibidas,

Parece que esto se acaba

 

Llegan las limitaciones,

Aparecen los achaques,

Y todos los almanaques,

Te provocan maldiciones,

Te dan malas vibraciones.

Y te atacan los ataques.

 

Nos vamos haciendo viejos,

No disfrutamos como antes,

Ya no somos los amantes

Que éramos, ni de lejos.

Nos invaden los complejos,

Los signos son alarmantes.

 

Y un buen día, una llamada

de tu hijo o tu consuegra

Te informa que ha sido hembra,

Que ha sido de madrugada,

Y tu mujer alterada,

Con lágrimas lo celebra.

 

Y corres al hospital,

A ver a la neonata,

Que parece una patata,

De lo arrugada que está,

Y parece una oriental,

Aunque también es muy chata.

 

La habitación se ha llenado,

Todo son besos y abrazos,

Y también algún codazo,

Cuando su padre cansado,

O por la madre obligado,

Pone a la niña en tus brazos.

 

No sabes como cogerla,

Parece que se te escurre,

Y una lágrima discurre,

Por tu mejilla cual perla.

Todos se acercan a verla,

Hasta que el padre se aburre.

 

Y tú, recuerdas el día,

De tu hijo el nacimiento,

También estabas contento,

Y llorabas de alegría.

También hubo algarabía

Por el acontecimiento.

 

Y al cabo de algunos meses,

En sus gestos reflejado,

Te sientes alborozado,

Lo repites muchas veces,

Y a menudo te parece,

Que la niña te ha nombrado.

 

Y después la traen a casa

Y tú practicas de abuelo.

Y te tumbas en el suelo,

Y la tarde se te pasa,

Y las rodillas te abrasan,

Y te quedas sin resuello.

 

Todas las penas se van

Cuando te traen a tu nieta,

Y aunque sea muy inquieta,

A ti eso te da igual,

Porque te sientes genial

Aunque tenga una rabieta.

 

Y tú sales con tu niña

Cogidito de su mano,

Y te sientes mas humano,

Y no dejas que la riñan,

Y juegas al pilla-pilla

Y te notas siempre sano.

 

Bendita sea esta cría

Que nos curó las heridas,

Que como si fuera Midas,

Nos contagió la alegría.

Que ya no sé que sería

De mi vida ... sin su vida.

 

Mayo de 2015

Jose Cruz Sainz