Nicolas Ferreira Lamaita

POSIBLE ADIÓS

 POSIBLE ADIóS

 

Si un día, cercano o lejano, debieras marcharte,
no sientas la pena, de quien ya no ama,
de quien sin quererlo, perdió la esperanza
ni sientas traición hacia mi persona.

 

Arma tus valijas, tranquila, pausada,
llévate tus cosas, lo que te haga falta
tomate tu tiempo y no olvides nada,
sabrÉ comprender, ¡son cosas que pasan!

 

Y cuando te instales en tu nueva casa,
envía un mensaje, o hazme una llamada
lo debo saber, para así enviarte la ropa de cama
y los utensilios que adornan la estancia.

 

Todas esas cosas que alegre comprabas,
no quiero los dejes, ya no me harán falta.
No olvides tu tablet, ni los celulares,
me queda el de línea, será suficiente
lo único que se, atender llamadas.

 

No quiero que llores, ni me digas nada,
yo sabre entender, ¡son cosas que pasan!
la vida es así, llena de misterios,
nos amamos mucho, sin tiempo, sin pausa.


A veces lo eterno, también se desgasta.
Y no te preocupes, yo no e de estar solo
pues en las gavetas que quedan vacías,
habré de llenarlas con mil y un recuerdos
y no habrá abandono ni habrá lejanía
solo simples cosas que tiene la vida.

 

Esa nuestra historia, esta en la poesía,
en aquellos versos que el poeta deja
te lo pongo escrito, sirva de consuelo
también en nosotros, cupo el desapego.


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Y bien, compañera, ha llegado el día 
el día y la hora del último beso... 
Nada de sollozos, ¡no caigas en eso! 
Tienen estos trances su melancolía; 
pero hay que ser fuertes, como te decía 
ayer por la noche, mi mejor amigo...

 
Toma tu sombrero, toma tu manchón, 
y arrópate bien... aquí está el abrigo, 
hay un frío afuera y una cerrazón...

 

Echemos con calma la llave al romance; 
era tiempo ya de ponerle fin, 
no hay sueños eternos ni rosa que alcance 
a adornar por siempre la paz de un jardín.

 

Yo ...recobro toda mi soberanía, 
tú recobras toda la gran libertad ; 
y no podrá el tiempo, ni la lejanía, 
ni las nuevas cosas, ni mi soledad, 
borrar el perfume del idilio grave, 
los buenos amigos me hablarán de ti

\"Sigue tan hermosa, tan fina, tan suave; 

ayer, casualmente, de tarde, la vi...\" 


Y yo sonreiré ...con cierta ternura 
y un gesto muy vago, como paternal, 
mientras los recuerdos harán su conjura 
trayéndome en brazos tu carita oval, 
tus ojos, tus gracias y tus ardimientos.

 

Se puede, ¡que diablos!, vivir otra vez, 
a pura memoria los buenos momentos. 
El amor, querida, igual que el ciprés 
conoce el secreto del verdor eterno, 
así, cuando partas dentro de un instante, 
cuando en este día brumoso de invierno 
transponga esa puerta tu gracia fragante 
para no volver, simultáneamente 
irás avanzando sobre mi pasado; 
y yo te aseguro que entrarás de frente, 
reina y soberana, al templo sagrado...

 

...Después, algún día -un día cualquiera- 
sin haberlo el uno ni el otro deseado, 
nos sorprenderemos, buena compañera... 
y en el bosque alegre, o en el cabaret, 
del brazo de un hombre distinto de mí, 
más linda que nunca te reencontraré 
y un poco del duelo que palpita aquí 
nublará de golpe tu faz y la mía 
desplegando un punto sobre nuestra frente 
sus dos grandes alas... la melancolía...

 

Y al volver a casa, displicentemente, 
evocando tiempos que fueron hermosos, 
mientras me despojo del gabán y tiro, 
sin saber adonde, los guantes rugosos, 
llenaré la alcoba con un gran suspiro...

 

No llores querida...No hay por qué llorar. 
Arréglate el pelo, toma tu manchón, 
la cartera de oro, la piel de renard. 
Hay un frío afuera y una cerrazón.
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Pido disculpas a Don Belisario Roldan.