Hoy el día después de los arrebatos,
Sigue la agonía en su esquizofrenia.
Un manantial de dolores inauditos,
Pero ahí que vivir, con esta agonía…
A los hijos los queremos, sean como sean
Y mi Modesto es un ángel del cielo, en la tierra
Y tan solo una o dos veces, no se le frena
Las torturas, en los cambios de estaciones…
En fin son días frenéticos, su Madre está destruida,
Por el episodio que nos pasó ayer, con su hijo
Ya que no comprendemos esos ratos de tragedia,
Que vivimos corriendo de aquí para haya, Modesto…
Mientras tú quieres tirarlo todo y subirte a los sofás
Gritando como pidiendo algo, que no comprendemos
Y los palos que le pegas a tu Madre que hoy esta molida
Al mismo tiempo que llora de impotencia, que no entendemos…
Yo dibujó como puedo o se, dentro de mi humildad lo que pasa,
Mientras mi hiel, por mis adentros se desgarra entre pensamientos,
Y me pregunto a cada instante ¿El porqué de esta, idiosincrasia?
Una vía o autopista, donde el dolor sentimental aborda tus misterios…
Espero que amainen estas torturas pasajeras, pero infernales
Y que Dios nos ayude a entender todo, lo que se nos viene encima,
Una montaña de torturas terrenales, que sufrimos los mortales,
Así que hijo mío Modesto, por favor calma tu furia y tu carisma.
¡Yo el padre de Modesto, intento auto sicoanalizar, estos ratos en los que la única salida, la tiene Dios!
¡Y no entiendo que es lo que he hecho yo, para merecer la vida que vivo, llena de pena y una vil penumbra!
Modesto Ruiz Martínez/ martes, 28 de abril de 2015