Cecilio Navarro

Después del rayo. (Soneto)

Camino sin tocar mis pies el suelo,

avanzo por sendero de neblina,

colores de arcos iris que varían,

según mi paso marcha en el zarceño.

 

No tengo cuerpo, pero me sostengo

en bola de energía, en fuerza psíquica;

igual que todos estos que  caminan,

sin voz, placer, dolor, ni faz, ni tiempo.

 

Me queda el corto, intenso y fiel recuerdo

que en mi cerebro, se quedó plasmado,

del cruel instante que crujió aquel trueno.

 

Tormenta desatada y yo debajo

buscando el tronco grueso del abeto

que el rayo raja y deja, fulminado.  

 

Cecilio Navarro 28/04/2015