¡Llora alma mía!
 que el dolor me recuerda que aun sigo viva
 y la soledad una vez mas es grata compañía 
aunque se torne amarga para este mi corazón.
¡Llora corazón! pues aun no saldrá el sol
 y la noche está estrellada
 por palabras y su dulce dolor…
¡Llora alma mía!
 por esta maldita costumbre mía
 de amar aquello incierto,
 volviendo al cuarto estrecho
 que tanto oprime mi corazón…