A. Martinez

La palabra.

La palabra es el refugio

para abrazos perdidos,

para besos extraviados,

para miradas ausentes.

La palabra es un antídoto

contra la picadura

de ciertos recuerdos,

la mordedura cruel

de algunos bichos

que se esconden profundos,

detrás de los desencuentros.

La palabra es ala

y es viento para flotar,

sobre las nubes del tiempo,

para viajar descalzos

por sobre campos sedientos,

por sobre veredas verdes,

por sobre duros desiertos.

La palabra es instrumento

en manos del corazón,

son los pies de la razón,

semillas del pensamiento.