luisa leston celorio

CEMENTERIO EN EL MAR MEDITERRÁNEO

 

Mediterráneo de cálidas aguas, por bellas calas adornado,
arrogante el sol te acaricia dándoles esplendor a tus arenas
que un día fueron testigos de hermosos hechizos de los hados,
seguro que añorarás aquellos tiempos ya lejanos
donde las alegrías fueron tu mejor legado.

Mediterráneo aclamado por Ulises y sus huestes
nunca imaginar podrías padre y madre de tantas historias
llenas de hermosas alegorías
que en tu vientre acogerías tantos seres desdichados.

Mediterráneo padre y madre de tragedias, mitos y leyendas
hoy la realidad se escribe con sangre de reales historias.
Historias de personas que huyendo con espanto
de sus pueblos africanos buscaban pan y paz en paraísos muy lejanos.

Mediterráneo vanidoso, que luces las opulencias
que muestran cada día los señores de la tierra
no podrías imaginarte que las nuevas epopeyas
las viviesen en tus aguas personas de piel negra.

Hoy Mar Negro ya te llaman Mediterráneo poderoso
porque de luto te revistes al ser la tumba de hambriento negros,
negros de almas blancas desesperadas
que a la deriva por mafiosos en pateras el mar asaltan
huyendo de sus miserias y temerosos de tantas guerras.

Humanos esclavizados exponen sus vidas por unas migajas
que le esperan a las otra orillas si logran alcanzarlas.
Nadie pone fin a las tragedias, todos miran a otro lado,
se pasan los deberes de estado a estado,
poniendo como excusa no saber qué hacer ante tragedia tan inmensa,
aunque si saben cómo venderles las malditas armas.

Mediterráneo orgulloso de historias tan magnas
hoy ves como cada día se quedan tus aguas teñidas de negro,
teñidas de dolores que nos espantan al ver como sus cuerpos azabaches con alma blanca son tragados por tus aguas.

Seres atrapados por tiranos de sus pueblos
y falsos redentores que esclavizan sus magullados cuerpos
buscan sosiego para sus ánimos y angustiados cerebros
en la inmensa lejanía de sus pueblos.

Padres desesperados a la deriva huyen
para que sus hijos no sean captados
para ser convertidos en niños soldados,
y sus niñas del sexo esclavas que no volverán a sus hogares
al ser criaturas por el poder mancilladas.

Familias que protegen a sus criaturas
de ser explotadas en minas y barrancos,
como carne de cañón de sus jefes endiosados.
Y nadie hace justicia a tanto desatino
porque son negros y ese es su destino.

Mediterráneo cercano al Mar Negro que de ti no está lejano
el triste destino de tantos seres humanos
te bautiza de Mar Negro como a tu cercano hermano
por ser tus profundidades cementerio de tantos hermanos
que si no fuesen negros de sus opresores estarían liberados.

Autora: Luisa Lestón Celorio
Asturias- España