BUSCANDO RAZONES
 
 Una tarde de verano
 mientras el sol se ponía,
 le pedí a mí soberano
 si ayudarme él podía;
 estaba expirando el día
 que sujetaba mi mano,
 mientras la noche venia
 embrujando con su halo.
 
 Llegó con su manto obscúro
 cubriendo montes y peñas,
 cual si fueran unas greñas
 de nuestro negro futuro;
 triste padecer del inseguro
 de quien el mal hace leña,
 dejando una contraseña
 que descifrar no es seguro.
 
 Vi el firmamento alumbrar
 con sus brillantes neónes,
 los incontables corazones
 de los que quisieron amar,
 sin parar de derramar
 lágrimas por las razones,
 que nos dieron al llegar.
 joanmoypra