mariana de la Lastra

PEQUEÑA

PEQUEÑA

 

¿Qué clase de rígidos temblores

movieron tu pequeña tierra,

llena de raíces de árboles sumergidos?

Somos esto, ya lo dijo León Felipe:

piedras, piedras preciosas (ese adjetivo lo

agrego yo). Y sin embargo

desde un infinito e incomprensible plan

nos pensó Dios para

encontrarnos a través de cada

vena, y así, llegar a lo prometido:

el amor tan ansiado, y  a veces

tan temido.

Somos piedras con vida, piedras que ruedan

Por el camino de la vida.

Dios nos puso mirada en los ojos

para encontrarnos en las otras pupilas.

Días, meses siglos rodando, piedras, por

Las vías del dolor y la alegría

Somos muestra de la humanidad toda

Desgarrada, desangrada, desvalida.

Vida y muerte en los años compartidos.

¿Acaso no es este el mandamiento que El quería?

Comprensión , ternura, desvelo, oración:

Pero ya nada de esto nos unía.

Alguen dijo que cambiaría piedra por carne.

Entonces, cuánto nos queda todavía

para recorrer los círculos ascendentes?

Y Librarnos así para siempre, siempre

de angustias, zozobras, ansiedades, porfías.

                                Quizás recuperar en el último círculo

El mandamiento que El quería…