Javier Gamboa Panevel

Amores a escondidas

AMORES A ESCONDIDAS

Por: Javier Gamboa Panevel

 

Taz..Plast…Taz…Plast…Plast…Plast.

Pasaste  junto a mí, taconeando. Sobre este corazón que  te ofrecía,

ser el amor  que sentido  le diera a nuestras vidas.

Me viste y sonreíste, como quien no comprende

que  cada taconeo es una larga daga que penetra,

en  mi pecho muy hondo hasta matarme,

Y seguiste el camino hacia ese viejo amor,

que atormenta tu vida,  como aquel jardinero

que desprecia el aroma cuando corta la flor.

Y al viaje de regreso se te nota en la cara

las huellas de tu llanto --de tu llanto de amor--.

Ahora, querida mía, tu taconeo es torpe.

Tus pies; otrora bellos, ya son claveles muertos,

que perdieron su  aroma y su belleza, dentro de mi florero.

Dios te bendiga, amada. Yo pediré al Señor.

Que borre de mi pecho ese añorado amor.